Preparar unas oposiciones es una de las tareas académicas más duras a las que se puede enfrentar una persona. Suponen una carga tanto emocional como psicológica muy alta y el sacrificio que hay que hacer para seguir el ritmo de estudio que exigen es enorme. No todo el mundo puede soportarlo.
La vida de los opositores comienza a girar alrededor del estudio, tienen que organizar sus vacaciones, sus viajes, salir con sus amigos e incluso su vida familiar de tal forma que sea compatible con las oposiciones y la preparación de las mismas.
Cierto es que hay varios tipos de oposiciones, y que el nivel de preparación y la media de años de estudios hasta aprobar puede variar de una a otra, pero si alguien tienen en común todas, es que toda la ayuda que puedan tener los opositores nunca está de más. Empezando por el propio entorno personal -las familias deben ofrecer un apoyo incondicional a los opositores- y sin olvidarse de las academias de oposiciones.
Cuando se trata de oposiciones y academias, es muy fácil encontrar tanto gente a favor como en contra, pues como ocurre con todo, hay opiniones para todos los gustos. Lo que desde luego no se puede negar es que las academias de oposiciones ofrecen una gran ayuda y apoyo (tanto académico como psicológico) para los opositores, y que son muchas más las ventajas que las desventajas que estas academias pueden ofrecer:
Te ayudan con la documentación: Las oposiciones tienen una parte burocrática importante. En las academias ayudan a preparar toda la documentación necesaria además de resolver tus dudas y asegurarse que no se pasen los plazos. Por supuesto avisan de todas las nuevas convocatorias para que no se te pase ninguna.
Te enseñan y ayudan a organizarte: una de las partes más complicadas de preparar unas oposiciones es tener la fuerza de voluntad para estudiar todas las horas requeridas, sin tener la presión de tener un examen o prueba cercana que te ayude a mantener la concetración. Te enseñan a seguir un horario (con el simple hecho de acudir a las clases, te tienes que adaptar a una rutina de estudio), te ayudan a organizar tu tiempo libre, tus descansos y el ritmo de estudio de forma que el opositor pueda aprovechar el tiempo al máximo.
Saben lo que es importante: Pueden ayudarte a diferenciar la paja del trigo y así conseguir que centres tus esfuerzos en la parte del temario verdaderamente importante. Además las academias de oposiciones te ofrecen un temario totalmente actualizado, por lo que los opositores se aseguran que lo que está estudiando es lo que van a preguntar, sin sorpresas de última hora.
Tienes un profesor -o preparador- para ti: En las academias de oposiciones se suele asignar un preparador a cada opositor, que ayuda durante todo el proceso de estudio, y que resuelve todas las dudas que puedan surgir. Los preparadores además, son profesionales del tema en cuestión y en la mayoría de las ocasiones han estudiado y pasado por la experiencia de esas mismas oposiciones previamente.
Control de tu progreso: Al tener que ir a clase de forma regular, y al realizar las academias de oposiciones controles y exámenes cada poco tiempo, no queda más remedio que llevar el temario al día. También se realizan pruebas de carácter práctico en las que se pueden detectar los errores y corregirlos para no cometerlos nuevamente en el futuro.
Conoces a otros opositores: Puede parecer una tontería, pero conocer a un grupo de personas que está pasando por la misma experiencia, puede ayudar a sobrellevar mejor el estrés y la presión. Compartir experiencias, organizar “citas de estudio”… Todo lo que sea necesario para que el estudio sea más agradable y el objetivo esté cada vez más cerca.